La situación de Dani Alves se encuentra en horas cruciales luego que una jueza le ordenara prisión preventiva sin derecho a fianza por presunta agresión sexual a una mujer. El brasileño de 39 años pasó su primera noche tras las rejas y según informes de la prensa local, se le pudo observar muy disminuido anímicamente.
La noche del viernes 20 de enero, el ahora exjugador de Pumas ingresó al Centro Penitenciario Brians 1, ubicado en en municipio Sant Esteve Sesrovires de Barcelona. Esto luego que la titular del Juzgado de Instrucción número 15 dictara prisión provisional sin fianza por violación a una mujer en la discoteca Sutton de la capital catalana.
Pumas rescindió el contrato del experimentado brasileño | Foto: Getty Images
De acuerdo con información del diario español La Vanguardia, Alves se encontraba muy golpeado anímicamente durante su primera noche en la cárcel. Las autoridades catalanas advirtieron que el exjugador del Barça no recibirá ningún tipo de trato privilegiado por el hecho de ser una figura pública mientras se define su situación.
La periodista Mayka Navarro señaló que el defensor brasileño se mostró poco comunicativo y cabizbajo, y se negó a ingerir alimentos. Sin embargo, horas después aceptó una botella de agua y fruta para pasar la noche, y además tendrá que someterse a revisiones médicas de rutina durante su estancia en el Centro Penitenciario.
La primera noche de Alves en prisión: cabizbajo, callado y sin hambre
El jugador brasileño llegó al centro penitenciario de Brians 1 desubicado y anímicamente muy tocado. Crónica de @maykanavarro 👇
➡️https://t.co/yPyFq575Ca pic.twitter.com/YD5GPVXQ64— La Vanguardia (@LaVanguardia) January 21, 2023
En España afirman que la situación de Alves es complicada, pues los investigadores de Mossos d’Esquadra otorgaron credibilidad a la declaración de la víctima. La mujer de 23 años aseguró que el veterano futbolista la encerró en contra de su voluntad en la zona de baños de la discoteca Sutton, donde fue agredida física y sexualmente.
El caso continuará bajo investigación, ya que las autoridades catalanas entienden que existe un elevado riesgo de fuga, pues Dani Alves no tiene residencia en Europa. Además, la justicia española no tiene convenio de extradición con Brasil, por lo que el jugador podría llegar a Sudamérica y sería complicado llevarlo de vuelta a prisión en caso de ser condenado.
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