Cada 12 de octubre es buen momento para recordar que un día como ese, pero de 1968, fue la inauguración de los Juegos Olímpicos en México. Así que para celebrar el 53 aniversario del inicio de aquella fiesta deportiva, decidimos investigar algunos datos de aquella fecha.
¿Quieres conocer todo lo que descubrimos? En caso de que la respuesta sea positiva, te recomendamos seguir leyendo este espacio.
Presentes en la inauguración de los Juegos Olímpicos México 1968
Las gradas del Estadio Olímpico Universitario estaban al tope en la inauguración de los Juegos Olímpicos México 1968 | Foto: @PGaleanaH (Twitter)
Bien dicen por ahí que si de fiestas hablamos, los mexicanos nos pintamos solitos. Obviamente para la inauguración de los Juegos Olímpicos México 1968 no fue la excepción, a pesar de que iniciaron tan solo 10 días después de que se registró la matanza de Tlatelolco.
El evento se celebró en el Estadio Olímpico Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y como anfitrión estuvo el entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz. El Mandatario Federal era el principal señalado por la masacre estudiantil anteriormente mencionada.
Según información de Telediario, en el lugar estuvo presente Mario Moreno, comediante mejor conocido por su personaje llamado «Cantinflas», y el entonces presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Avery Brundage. Además la música estuvo a cargo por Tata Nacho y Agustín Lara.
Girl Power
Enriqueta Basilio fue la encargada de prender el pebetero olímpico de México 1968 | Foto: @Olympics (Twitter)
La inauguración de los Juegos Olímpicos México 1968 fue una verdadera fiesta que no solo dio pie al inicio de la máxima justa atlética a nivel internacional, también marcó un hito para todas las mujeres.
Y es que durante este evento celebrado en el Estadio Olímpico Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por primera vez una mujer llevó la llama olímpica y encendió el pebetero de los JJOO. Hablamos de Enriqueta Basilio, velocista considerada una de las mejores de aquel momento.
«No sólo prendí el fuego olímpico, encendí el corazón de las mujeres. Me tocó ese privilegio, como mujer, como representante de la mujer mexicana, como la mujer del mundo», señaló la atleta también conocida como Queta en palabras recogidas por Fundación UNAM.
La joven de tan solo 20 años entró al inmueble para subir 92 escaleras y así poder posicionarse en lo más alto del estadio para poder prender el pebetero olímpico. Ese momento fue distinguido por el mismo presidente Díaz Ordaz en una carta a los padres de Basilio.
Luego de que la llama comenzara a iluminar la casa de los Pumas, empezó el desfile de las delegaciones participantes en la justa veraniega. Fueron 108 los grupos que caminaron por el estadio, siendo la última la mexicana y lo hizo al son de la Marcha de Zacatecas.
Brundage consideró que jamás se había visto un evento de la magnitud de este, ese que le abrió las puertas a las mujeres y a Latinoamérica, pues asimismo fueron los primeros JJOO que se disputaron en estas tierras.
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